
“Las mujeres aún no vivimos en condiciones de igualdad”
Publicado el 25 de octubre, 2017
Aprender que las mujeres son indefensas, que los hombres deben usar la fuerza para resolver conflictos o normalizar las agresiones verbales y físicas, son algunas de las consecuencias que la cultura machista provoca en Nicaragua. Así lo explicaron dos psicólogas centroamericanas, quienes brindaron un taller sobre construcción de género y violencia intrafamiliar el pasado 21 de octubre en la Universidad Americana (UAM).
Durante el evento, Karla Olivares, psicoterapeuta y especialista en el abordaje del abuso sexual, comentó que uno de los problemas más graves de no cuestionar los estereotipos de género es terminar creyendo que los hombres y las mujeres se comportan de una determinada manera, y que esto no puede cambiar.
“No ponemos nada en duda, pero es solo hasta que cuestionamos el status quo que producimos un cambio en los paradigmas sociales, por eso es una obligación tener un enfoque de género para todo lo que hacemos”, recalcó la psicóloga ante los participantes del taller, entre los que habían docentes, miembros de organizaciones sin fines de lucro, abogados, líderes religiosos, entre otros.
Estadísticas citadas por medios nacionales revelan que, en lo que va del año, se han registrado 37 femicidios. Organizaciones feministas indicaron que la mayoría de las víctimas tenía entre 21 y 40 años, y murieron en manos de sus parejas o ex parejas.
Visibilizar el problema
Dada la prevalencia de la agresión contra las mujeres en el país, la Asociación Nicaragüense para el Desarrollo de la Psicología organizó este evento con el apoyo de UAM.
“Sabemos que la violencia doméstica es un problema de la sociedad nicaragüense; pero de alguna manera lo ha normalizado y hasta se evita hablar sobre esto. Los constructos machistas y la desigualdad son cánceres culturales que deben ser erradicados y creemos que cada organización debe abonar a este fin”, expresó María Elena Humphrey, Doctora en Psicología y miembro de la organización.
Humphrey aseguró que ANDEPSI brinda herramientas para que los psicólogos hagan un abordaje asertivo y oportuno hacia las víctimas y sobrevivientes de violencia de género e intrafamiliar.
“Creemos que los profesionales que han sido bien capacitados son más productivos y reconocidos, y tienen mejores resultados en la intervención y prevención de la violencia, así como en la promoción de una cultura de no-agresión”, recalcó.
Estrecha relación con los terapeutas
En el taller también participó Sandra Elizabeth Luna, de nacionalidad guatemalteca y quien se desempeña como presidenta de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP).
Durante su ponencia, la psicóloga recalcó la importancia de establecer una estrecha relación entre terapeutas y pacientes, en especial las víctimas de violencia intrafamiliar, para que la persona continúe su tratamiento después de las primeras visitas al consultorio.
Luna recomendó indagar en el motivo por el que la paciente ha solicitado una consulta, conocer el tiempo que ha transcurrido desde que surgió la necesidad de ver a un profesional, quién fue la persona que la transfirió y si ha recibido tratamientos psicológicos previos.
“Por lo general, un paciente no manifiesta el motivo real por el que ha buscado tratamiento. Por ejemplo, una mujer puede decirme que está deprimida, pero hasta después reconoce que ha sido por un abuso físico, una situación de maltrato hacia sus hijos u otra situación”, indicó.
Un esfuerzo conjunto
Esta no es la primera vez que UAM y ANDEPSI se unen para organizar eventos relacionados a Psicología. El pasado 20 de mayo, el Dr. Hugo Klappenbach, quien se desempeñaba como presidente de SIP, brindó una conferencia sobre la evolución histórica de la psicología laboral y el impacto que ésta ha tenido en Sudamérica, haciendo una relación de cómo puede fortalecerse esta rama en Nicaragua.
María Elena Humphrey aseguró que este esfuerzo conjunto se enmarca en la creación de una Maestría en Psicología Empresarial, cuya primera edición iniciará en UAM en 2018.
La psicología empresarial y las teorías de género estarán presentes en el diseño curricular de este programa académico, puesto que algunas de sus clases tienen que ver con la salud mental en el ambiente laboral.
“Tanto gerentes y psicólogos, como líderes en sus respectivos campos, tienen la obligación de conocer más sobre los problemas emocionales e interpersonales que inciden en la productividad y la motivación laboral. Los psicólogos deben conocer cómo los problemas del trabajo afectan a sus pacientes”, manifiesta Humphrey.
Más allá de los avances
En su ponencia, Karla Olivares expresó que la naturalización de la violencia contra las mujeres es un obstáculo para identificarlo como una verdadera problemática. También se han mantenido invisibles las formas de violencia que no son sensorialmente perceptibles y se ha concebido a la familia como una unidad que debe perdurar a costa del sacrificio de las mujeres.
En ese sentido, la psicoterapeuta manifestó que conocer las teorías de género y divulgarlas en todos los niveles de la sociedad permite desarrollar conocimientos concretos sobre la situación de las mujeres con respecto a los hombres en el mundo. Por otra parte, contribuye a visualizar las relaciones de poder y subordinación de las mismas.
“Las mujeres seguimos siendo acosadas, abusadas y asesinadas. También tenemos limitaciones al acceso de la justicia y al derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Aunque nuestras sociedades han tenido avances, esto no significa que tengamos condiciones de igualdad. El feminismo no quiere que los hombres se mueran, quiere que hombres y mujeres tengamos los mismos derechos”, concluyó Olivares.
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