
Gestión del crédito empresarial
Publicado el 08 de julio, 2021
Toda empresa, sea esta una de reciente creación o aquellas ya establecidas y con una amplia trayectoria en su sector, deben asumir en algún momento de su existencia dificultades o enfrentar tomas de decisiones cruciales que pueden determinar su crecimiento, expansión o cierre.
En vista de esto, los gerentes o directivos de estas empresas afrontan en algún momento de su carrera como el dilema de gestionar un crédito comercial y el riesgo que esto conlleva para la organización.
Se debe tener en cuenta diferentes aspectos que podrían poner en peligro la rentabilidad y sostenibilidad de dicha empresa, sobre todo aquellas que implicarían hacer frente ante un posible impago o la posibilidad de generar una crisis mayor a la que se quiere atender.
Esto se ha hecho más acuciante en una era post Covid, donde las organizaciones están luchando por sobrevivir y competir eficazmente en un entorno altamente volátil e incierto, sin que esto los lleve como consecuencia a la pérdida de su participación en el mercado o frenar drásticamente el desarrollo de proyectos ya programados o en ejecución. En la actualidad muchas empresas han visto cómo sus planes de adquirir créditos se han aplazado o cancelado definitivamente.
¿Cuándo debemos de pedir un crédito empresarial?
Cuando el flujo actual de efectivo no permite a la empresa ejercer de forma directa nuevas acciones como: expansión del negocio, compra de materias primas y mercancías, adquisición de maquinarias y/o activos fijos, sostenibilidad, etc.
Entre las principales ventajas a la hora de solicitar un crédito, es que las empresas estabilizan su flujo de efectivo, se pueden volver más competitivas y con un mayor poder de negociación ante potenciales clientes y proveedores, lograr mejores condiciones en la adquisición de volúmenes, precios reducidos o mejorados y condiciones sumamente favorables en la adquisición de mercancías, que obviamente vendrían a garantizar un apalancamiento responsable y una mayor posibilidad de sostenibilidad en el tiempo.
Las personas naturales también gestionan créditos, estos pueden ser hipotecarios, comerciales, para adquisición de vehículos, tarjetas de crédito, entre otros.
Una gestión de crédito responsable, podría generar en los individuos y sus familias importantes beneficios y ventajas a la hora de: adquirir artículos necesarios para el hogar, canje de premios, beneficios asociados, etc. Por el contrario, una gestión desordenada de los mismos, podría conllevar a la ruina y perdida de activos para el individuo.
Para hacer frente a los créditos, las empresas o personas naturales pueden hacer uso de lo que se llama Garantías Liquidas. Estas son aquellos instrumentos de fácil conversión que permiten su rápida realización en dinero efectivo para pagar parcial o totalmente una deuda, sin gastos significativos, estas deben estar amparadas con una documentación legal adecuada y no deben de tener otras obligaciones previas que pudieran disminuir su valor.
Algunas de este estas Garantías Liquidas:
- Valores del estado
- Garantías, avales, CDP (Certificados de Depósitos) Nacionales
- Cartas de crédito, garantías, CDP, avales emitidas por instituciones financieras internacionales.
Componentes del crédito:
- Capital
Dinero que se presta y que el deudor está obligado a pagar por contrato en los plazos y tiempos convenidos de previo.
- Intereses Corrientes
Es la “ganancia” o utilidad que la institución financiera crediticia percibe del otorgamiento de crédito, estos intereses pueden ser tasa fija o tasa variable.
- Intereses moratorios
Son aquellos que la institución crediticia percibe del deudor por el incumplimiento de pago en tiempos y plazos.
- Comisiones
Son todos aquellos cargos adicionales que la institución financiera genera al cliente además de la deuda e intereses y que se encuentran regulados en la Normativa de Transparencia de las Operaciones Financieras, donde está sustentado.
Las 5 C del análisis de los créditos comerciales
Para evaluar si como empresa podemos ser bien evaluados para que nos concedan un préstamo podemos guiarnos por las 5 Cs del crédito, un concepto que utilizan una gran cantidad de prestamistas. Las 5 Cs representa una característica de la solvencia del prestatario en potencia: carácter, capacidad, capital, condiciones y colateral.
-
- Carácter: Aquí se evalúa la honestidad e integridad del solicitante. En este apartado se detalla los créditos otorgados, reestructurados, cancelados, refinanciados o prorrogados que permitan a la institución financiera dilucidar el comportamiento financiero de este cliente. Esta información se puede consultar en las centrales de riesgo tanto públicas como privadas.
- Capacidad: En este caso se compara la capacidad generadora de flujo vs la carga financiera. Esto se refleja en el estado de flujo de efectivo con el fin de lograr un buen retorno y que el cliente pueda de manera eficaz hacer frente a un crédito.
- Capital: En el caso de las empresas, aquí se evalúan todos aquellos aportes que los accionistas han hecho, sus productos y la fortaleza frente a los acreedores.
- Condiciones: En este apartado y posterior a la evaluación de todas las anteriores, se tiene que tomar en cuenta las condiciones económicas que está atravesando el país, el nivel de desarrollo del sector empresarial, las condiciones de plazo, tasa, comisión y formas de pago que estén vigentes en el mercado y finalmente pero no menos importante, el fin u objetivo específico del préstamo.
- Colateral: Los prestamos no pueden otorgarse cuando el único respaldo proviene de una garantía, se tienen que observar las cuatro C anteriores para que juntas determinen la viabilidad del otorgamiento y manejo de un crédito. De esta manera se asegura que los recursos lleguen a donde se requieren y la institución financiera pueda recuperar su inversión a través de pagos efectivos y no con garantías que se salen del ámbito de acción de la empresa financiera.
Evaluación y clasificación de los créditos
Los deudores del sistema financiero, sean personas jurídicas o naturales, cuentan con categorías distintas de clasificación para el deudor, estas son:
A Riesgo Normal: Significa que el cliente no tiene mora o que tiene una mora de hasta 30 días. Así como un flujo de efectivo proyectado que cubra los niveles de la deuda.
B Riesgo Potencial: Tiene una provisión del 5% (en base al saldo deudor) y aunque no podría tener mora su flujo de efectivo podría estar demasiado ajustado y pondría en peligro la cobertura total de la deuda.
C: Riesgo Real: Tiene una mora de 30 días y su flujo de efectivo ya está decreciendo con una proyección negativa sostenida.
Importancia de la gestión del crédito
Para finalizar podemos concluir que una correcta gestión, manejo del crédito y de la política de riesgos, se ha convertido en una cuestión trascendental para las empresas y para cualquier ciudadano en las actuales circunstancias, ya que un correcto conocimiento y gestión adecuada de los mismos, puede llegar a impactar y determinar o bien un sano crecimiento o una situación de riesgo peligrosa.
La capacidad tanto de identificar y cuantificar los riesgos, así como su oportuna atención es uno de los principales retos para cualquier equipo financiero ya que por ende vendrá a redundar en beneficios tangibles, crecimiento y sostenibilidad, minimizando los impactos económicos no deseados en el futuro.