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Oct 31 2017

¿Cómo evitar que tu jefe se involucre demasiado en tu trabajo?

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Publicado el 31 de octubre, 2017

En tu carrera profesional seguramente te has encontrado con jefes que se involucran de más en tu trabajo. No estás solo. Expertos de la Revista Forbes, especialistas en desarrollo profesional, aseguran que esto ocurre con frecuencia porque, a medida que los líderes van ascendiendo en jerarquía, se llevan con ellos el trabajo que los hacía sentir exitosos.

Desafortunadamente, esto tiene un impacto negativo en la empresa u organización para la que ambos trabajan y en la satisfacción que vos podrías sentir desempeñándote en tu puesto.

Aunque confrontar a tu jefe sea intimidante, los resultados pueden ser más prometedores de lo que imaginás porque la mayoría de los líderes, especialmente aquellos que laboran en puestos jerárquicamente más altos, no obtienen retroalimentación de personas que lideran. Es probable que les resulte refrescante recibirla de alguien que se ofrezca a hacerlo.

En la Revista Forbes, Ron Carucci -cofundador y gerente de Navalent, una empresa que trabaja con directores ejecutivos para transformar sus organizaciones- te brinda cinco sugerencias para hacer que tu jefe deje de involucrarse más de la cuenta en tu trabajo. Son las siguientes:

Averiguá qué tanto sabe sobre tu trabajo 

Ron Carucci, columnista de Forbes, aconseja no asumir que tu jefe está consciente de qué tan involucrado está en tu trabajo. Podés empezar por conocer qué tan alineados están ambos respecto a sus expectativas. Pedile a tu jefe explicar qué contribución esperan que brindés a la empresa y cuál sería el alcance de tu rol.

Si su respuesta está alineada con tu visión, entonces él no está consciente de su exceso de involucramiento. Pero si su respuesta sugiere una visión más reducida de la que vos tenías sobre tu rol, lo que justificaría su nivel de involucramiento, entonces iniciá la conversación abordando la disparidad de expectativas sobre lo que en realidad es tu trabajo.

Estén las expectativas alineadas o no, esta conversación abrirá una puerta para que vos compartás tus apreciaciones. Explicá a tu superior cómo te hace sentir su grado de involucramiento en tu trabajo. Si ambos coinciden en el alcance de tu rol, compartí con él o ella ejemplos específicos en los que se ha involucrado en exceso y mencioná por qué ese trabajo es tu responsabilidad.

Si la visión sobre el alcance de tu trabajo no está alineado, entonces expresá por qué sentís que su visión de tu rol no te permite crecer y contribuir a explotar tu talento.

2. Preguntá si estás quedando corto

Por sofocante que parezca, el involucramiento de tu jefe podría ser una forma “escondida” de darte retroalimentación. Preguntá si hay algo en tu desempeño que consideren inadecuado.

Si aplican inmediatamente el “modelo tranquilizador”, diciéndote que consideran que estás haciendo un buen trabajo, esto abrirá una puerta para que expliqués por qué estás planteando dicha posibilidad.

Pero si tu jefe dice que está decepcionado por tu desempeño, entonces hablen al respecto. Asegurá que vos querés sobresalir en tu trabajo, y que te preocupa saber que la única manera en que se logra cumplir el trabajo es que ellos lo hagan por vos.

Pedile a tu jefe que considere darte una retroalimentación y entrenamiento cuando tu trabajo no cumpla con sus expectativas, en lugar de tomar medidas y hacerlo por vos.

Estén decepcionados o no, tal vez ellos no se den cuenta de lo entrometida que se siente su “ayuda”. Pedir una retroalimentación abre una puerta para la reciprocidad.

3. Señalá las consecuencias no previstas

La participación no deseada de tu jefe tiene consecuencias cuyo alcance es mayor del previsto. Esto genera una mala imagen para ambos. Sin importar el ímpetu que tu jefe tenga, el excesivo involucramiento en tu trabajo no es una solución válida. De hecho, da la impresión de que no confía en vos. Lo que ocurre con esto es que genera un “efecto cascada” con el que vos terminás involucrándote en asignaciones que están muy por debajo de tu nivel.

4. Encuentren soluciones alternativas juntos

Ayudá a tu jefe a aclarar cuál es el propósito de su intromisión en tu trabajo. Puede suceder que él o ella disfrute más las asignaciones de tu puesto que las que se le han asignado ahora, especialmente si antes era él quien las hacía.

Puede que considere que es mejor en tu trabajo que vos, o que tiene más experiencia. Es posible que tema tu desempeño lo está haciendo quedar mal. También puede que quiera sentirse necesitado como jefe, así que se está involucrando para sentirse necesitado.

Cualquier de estas posibilidades tiene un trasfondo válido, pero involucrarse demasiado en tu puesto no es una manera estratégica de satisfacer esas necesidades.

Una manera de resolver esto es establecer que tu jefe, además de estar informado sobre tu trabajo, sea capaz de compartir conocimiento adicional de vez en cuando, para que ambos tengan resultados más fuertes.

Negociá con tu jefe una manera en que ambos se sientan satisfechos con un nivel de involucramiento razonable y que cumpla con las necesidades de ambos.

5. No esperés más tiempo

Dejar que el resentimiento tóxico se acumule puede ser peligroso. Entre más tiempo esperés para hablar, es más probable que terminés inventando razones que justifiquen su comportamiento.

Los líderes pueden trabajan a un nivel menor del requerido con la mejor de las intenciones, involucrándose demasiado en el trabajo del equipo que lideran. No asumás que tu jefe está consciente de ello, o las razones por las que lo está haciendo.

Ayudalo a volver a su propio carril y permitile prosperar dentro del tuyo.

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Leé el artículo original aquí.